JUDEOPHOBIA Y ANTISIONISMO

Dada la salida del closet de tanto antisemita después de la masacre cometida por Hamás, va de nuevo una breve explicación sobre la Judeofobia:

La Judeofobia es el odio más antiguo, profundo y peligroso. No es una forma de la xenofobia, ya que los Judíos no somos extranjeros donde vivimos. Tampoco somos una raza ni nos vemos distintos, por lo que no sería racismo.

El Judeofobo dirá sucesiva y simultáneamente que los judíos somos Banqueros y bolcheviques, avaros y dispendiosos, encerrados en nosotros mismos o metidos en todas partes. Así cualquier cosa que hagamos, digamos o pensemos caerá en la jurisdicción de la Judeofobia.

Los Judíos fuimos juzgados en bloque: por los nacionalistas, de ser los artífices del Comunismo; por los Comunistas, de regir el Capitalismo. Si vivimos en países no Judíos somos acusados de doble lealtad; si vivimos en Israel de racistas.

El prejuicio anti judío está tan arraigado tras cientos de generaciones que incluso tras la explicación y desarticulación del prejuicio, no logran despegarse de él.

El Judeofobo busca demonizar a los Judíos. En la actualidad la Judeofobia se descarga sobre el Estado de Israel… el Antisionismo es Antisemitismo.

El Antisionismo es la forma preferida adoptada por los Judeofobos modernos.

Todo acto de Autodefensa de Israel es mostrado como una agresión. Porque para el Antisionista la mera existencia del Estado Judío es una agresión.

Si será así, que terroristas palestinos cometen la peor de las masacres contra civiles en Israel, a la vez que cometen la peor de las masacres en Gaza, al impactar un cohete terrorista fallido en un hospital, y sin embargo culpan, insultan y exigen explicaciones a Israel. Y cuando ya no pudieron culpar a Israel, la explosión en el hospital de Gaza dejó de importarles.

La carta fundacional de Hamás lo deja bien en claro, buscan la destrucción de Israel y de todos los judíos del mundo. Pero los Antisemitas vergonzosos buscan disimilurarlo diciendo ser antisionistas, dos caras de la misma moneda.

El mundo entero debería estar condenando a Hamás, apoyando a Israel y pidiendo a los gritos por los secuestrados, pero lo que abunda es el silencio cómplice y las marchas pro Hamás.