Nosotros, psicoanalistas infantiles israelíes y psicoanalistas en general, al igual que el resto de los ciudadanos israelíes, estamos bajo una embestida traumática en curso tras los atroces actos de los terroristas palestinos de Hamas, que tuvieron lugar el sábado 7 de octubre en los Kibbutz, pueblos y ciudades del sur de Israel. En los últimos días hemos sido testigos de horrorosas masacres de civiles: niños, mujeres y ancianos en sus hogares, y del secuestro de ciudadanos para trasladarlos a Gaza con abusos y humillaciones imposibles de describir con palabras. La crueldad sádica hacia bebés, niños y jóvenes adolescentes, muchos de ellos mutilados, violados y torturados tras haber sido obligados a presenciar el asesinato de sus padres y de familias enteras, es impensable. No se trata sólo de un crimen nacido del odio hacia los judíos (que Hamás propaga abiertamente en todos sus canales oficiales) o de un conflicto territorial o religioso, sino de un crimen contra la humanidad.
El objetivo es la humanidad, no sólo Israel.
Nuestra principal preocupación ahora son los niños que fueron secuestrados en Gaza, y que esperamos que sigan vivos, retenidos en cautiverio por terroristas asesinos. Algunos de esos niños quedaron despiadadamente huérfanos, mientras que los terroristas abusaban brutalmente a sus padres y en muchos casos los asesinaron mientras los niños fueron obligados a contemplar la espeluznante escena. Luego de esto los terroristas dispararon y quemaron a sus padres delante de sus ojos, celebrando la matanza, filmando y retransmitiendo estos horrores en las redes sociales de sus víctimas, tras haberse apoderado de sus teléfonos móviles y haberlos utilizado para estos fines.
Un vídeo de un niño deambulando por las calles de Gaza, acosado por niños palestinos, se difunde por Internet. Esta imagen no puede ser contenida por la mente humana. La eleccion sádica y deliberada de bebés y niños para maltratarlos, torturarlos y asesinarlos es un intento de destruir el vínculo más fundamental con la humanidad. Es un intento de aniquilar cualquier conexión con la vulnerabilidad, el desarrollo, el amor y la bondad. Es una cultura de odio y destrucción impulsada por el instinto de muerte. No tiene nada que ver con reivindicaciones territoriales o conflictos, y tiene todo que ver con una idealización perversa de
la muerte y la tortura. Como tales, estos perpetradores se exilian a sí mismos de cualquier inclusión en el discurso humano.
Hacemos un llamado a todos los gobiernos y organizaciones para que hablen alto y claro, condenen estas acciones monstruosas y a sus autores, y pidan la liberación inmediata e incondicional de los niños israelíes secuestrados en Gaza.
Editores: Tal Sharir Wolpe, Ehud Wolpe y Joshua Dorban, Psicoanalista para niños y adultos. Firmado: Viviane Chetrit-Vatine, Presidenta de la Sociedad Psicoanalítica de Israel Vered Nevo, Vicepresidenta
Eva Maria Yakubov , Tesorera
Tsilli Granek, Secretaria General