Los ataques con misiles iraníes contra centros civiles y la respuesta selectiva de Israel revelan una nueva y peligrosa fase del conflicto regional, donde la disuasión, la resiliencia y la escalada se entremezclan.
Durante años, la guerra en la sombra entre Israel e Irán se libró a través de intermediarios y operaciones de inteligencia, visibles para pocos y distantes del ciudadano promedio. Pero la última fase de este conflicto ha roto esa distancia. Los ataques con misiles iraníes contra centros de población israelíes han transformado el campo de batalla, llevando la guerra a hogares, escuelas y hospitales. Ya no son simbólicos ni están dirigidos únicamente a la infraestructura; estos ataques son precisos y personales, diseñados para poner a prueba no solo la respuesta militar de Israel, sino también su resiliencia social.
La respuesta de Israel ha sido rápida, calculada e inusualmente transparente. En lugar de limitarse a interceptar las amenazas entrantes, ha lanzado ataques directos contra instalaciones militares y redes de mando iraníes mucho más allá de sus fronteras. Mientras algunas voces internacionales instan a la moderación, otras argumentan que la nueva política —eliminar a los responsables de la toma de decisiones y desmantelar el núcleo operativo del alcance militar iraní— constituye un cambio de doctrina largamente esperado.
La lógica es estratégica, aunque los riesgos sean elevados. Teherán no solo actúa como agresor soberano, sino como el centro de una red descentralizada que se extiende por Oriente Medio: Hezbolá en el Líbano, milicias en Siria e Irak, y células terroristas en Yemen y Gaza. Israel ahora ataca no solo la potencia de fuego iraní, sino el cerebro que la guía. Por lo tanto, esto es más que una represalia: es un intento de desmantelar la arquitectura de un ataque multifrontal que se ha estado construyendo durante años.
Sin embargo, la línea entre la defensa y la escalada se difumina. Con cada ataque —ya sea contra un lanzamisiles cerca de Damasco o contra un centro de mando en las profundidades de Irán— surge la posibilidad de una confrontación más amplia. La guerra de mensajes, disuasión y agentes indirectos se ha convertido en una guerra de acción directa. Para los civiles de ambos bandos, ya no se trata de estrategia: se trata de supervivencia.
Reuters: Israeli resilience tested as Iranian missile strikes hit home
New York Magazine: 8 Ways to Think About Israel’s Attack on Iran
Israel Hayom: Cutting off the head of the Iranian octopus
