Los “Periodistas” que Sostuvieron Rehenes: La Oscura Verdad de Gaza

La liberación de los rehenes reveló una realidad impactante: no solo fueron retenidos por combatientes de Hamás, sino también por civiles y periodistas

La trágica situación de los rehenes israelíes sacudió al mundo. Lo que inicialmente parecía una operación de Hamás por parte de combatientes uniformados, reveló algo mucho más perturbador: muchos de los rehenes no estaban solo bajo custodia de operativos de Hamás, sino también de civiles de Gaza, e incluso de periodistas.

Esta información desafía uno de los relatos más difundidos sobre el conflicto: que Hamás es el único responsable de tomar y retener cautivos mientras la población civil es meramente víctima pasiva. Los informes recientes muestran que, en Gaza, la línea entre militante y civil es mucho más difusa de lo que se cree.

Emily Damari perdió dos dedos tras recibir disparos durante los ataques del 7 de octubre de 2023

La Narrativa del “Escudo Humano” se Convierte en Realidad

Durante años, Israel ha advertido que Hamás se oculta entre civiles, utilizando hogares, escuelas y hospitales como escudos. Sin embargo, el descubrimiento de que civiles participaron activamente en la custodia de rehenes revela algo aún más inquietante: no solo Hamás usaba a la población, sino que ciertos sectores de la misma colaboraban directamente. Los rehenes fueron vigilados y confinados no solo en túneles o complejos, sino dentro de casas particulares.

Esto plantea preguntas urgentes sobre la complicidad y la responsabilidad. Si los civiles no solo protegen sino que retienen directamente a los rehenes, ¿pueden todavía ser considerados meros espectadores inocentes?

Periodistas como Colaboradores

Uno de los detalles más sorprendentes es la alegación de que algunos rehenes fueron retenidos por personas que trabajaban como periodistas en Gaza. Individuos cuya profesión sugiere neutralidad y veracidad se volvieron cómplices de la retención de cautivos.

El “periodista” Abdallah Aljamal era un terrorista de Hamas que tenía a Almog, Andrey y Shlomi como rehenes en la casa de su familia en Nuseirat.

Un caso destacado ocurrió en junio de 2024, cuando las FDI eliminaron al terrorista de Hamás Abdallah al-Jamal en Gaza. Al-Jamal, quien también era periodista de Al Jazeera, mantenía en su hogar a los rehenes Almog Meir Jan, Andrei Kozlov y Shlomi Ziv. Según un informe del Washington Free Beacon, al-Jamal estaba vinculado con el régimen iraní y cooperaba con Teherán a través de un portal en internet editado por un colaborador del diario Kayhan International, publicado bajo la supervisión del líder supremo de Irán, Ali Jamenei.

Este caso ilustra de manera clara cómo individuos presentados internacionalmente como “periodistas civiles” podían estar profundamente involucrados en operaciones de Hamás y alianzas extranjeras.

Eliminación de Operativos Senior

El 28 de agosto de 2024, las fuerzas de seguridad israelíes eliminaron a otro alto operativo de Hamás, Hazem Awni Naeem, en la zona de la Ciudad de Gaza. Naeem había mantenido como rehenes a Emily Damari, Romi Gonen y Naama Levy.

Según las FDI y el Shin Bet (ISA), Naeem desempeñó múltiples funciones clave dentro de la brigada de Hamás en la Ciudad de Gaza. Durante la guerra, fue un alto operativo de inteligencia militar y mantenía estrechos vínculos con el comandante de la brigada, Ezz al-Din Haddad. Su eliminación subraya no solo el rol directo de Hamás en la crisis de rehenes, sino también la estructura de mando que permitió a militantes y colaboradores civiles ocultar cautivos.

Una Narrativa Destruida

Estas revelaciones tienen un peso enorme para la comprensión internacional del conflicto. Gran parte de la cobertura mediática global dibuja una distinción clara entre “civiles” y “combatientes”. Sin embargo, la realidad emergente de Gaza muestra una historia más complicada, donde la indoctrinación, la ideología y la participación activa en los ataques del 7 de octubre han difuminado estas categorías.

Esto no significa que todos los civiles sean culpables, ni que se ignore el sufrimiento de muchos inocentes en Gaza. Pero sí demuestra que la narrativa de una población puramente victimizada, indefensa bajo el control de Hamás, es peligrosamente incompleta.

Conclusión

Los rehenes revelaron la tragedia de la guerra y la niebla del combate. Pero las revelaciones sobre quién mantuvo cautivos a los israelíes—civiles comunes e incluso periodistas—nos obligan a enfrentar una verdad sombría. Gaza no es solo un campo de batalla de combatientes e inocentes; es un lugar donde los límites entre ambos están mucho más entrelazados.

En esta realidad, distinguir amigo de enemigo se vuelve casi imposible. Y el mundo debe enfrentar el hecho desolador de que no todos los civiles son simplemente espectadores inocentes

Fuentes: jpost, ynetenglish.